- LA IGUALDAD: lo sé, la Formula 1 es la categoría reina y nos hemos encontrado con una supuesta versión eléctrica… que al final no se le parece en nada. Pero una de sus mayores diferencias es a la vez una de sus virtudes: la igualdad entre equipos y pilotos. Reconozcámoslo, llevamos unos años más bien aburridillos con el dominio de Mercedes en la F1. En cambio, en la Formula E todos los equipos comparten el mismo chasis. Y a mí eso de competir en igualdad de condiciones, en cualquier ámbito de la vida, me pone.
- EL FANBOOST: es la única competición donde la opinión de los aficionados puede influir en la carrera con el llamado Fanboost. En él, puedes votar y los tres pilotos con más votos reciben un extra de potencia. Además, te indican cuándo están usando este apoyo, y oye, ver que consiguen un poco de ventaja gracias a tu intervención, pues tiene su atractivo.
- LA EMOCIÓN: en la primera temporada, el campeonato se decidió por un punto, y en la segunda por dos… Posteriormente el dominio de Techeetah ha ido desintegrando estos finales de infarto, pero en la Formula E, la opción de ver un campeonato muy apretado y emocionante siempre está ahí.
- MERCEDES: que el todopoderoso equipo Mercedes se haya metido en la Formula E tiene su morbo. En su primer año no le fue mal, tercera posición en equipos y Vandoorne consiguiendo el subcampeonato de pilotos. Pero todos esperábamos más. Y todos sabemos que no es un equipo cualquiera, y que su aparición en la competición es motivo suficiente para seguirla.
5. MÁS ADELANTAMIENTOS: con el Attack Mode, los adelantamientos están asegurados. Los pilotos están obligados a pasar las veces que diga la FIA por una trazada… más bien puñetera, de manera que si no tienen mucha ventaja sobre su perseguidor, acaban perdiendo la posición. Eso sí, reciben un extra de potencia para poder recuperar el puesto, pero solo si consiguen completar el adelantamiento.
6. ORGANIZADO POR LA FIA: el campeonato está amparado por la FIA, creadora de las principales competiciones de automovilismo como la Formula 1, el WRC o el WEC. Solo por eso, ya merece una especial atención. La FIA no da puntadas sin hilo, mucho menos con la cada vez mayor competencia a la que se enfrenta con la NASCAR, IMSA…
7. BUEMI vs DI GRASSI: las batallas entre estos dos pilotos han sido legendarias en la Formula E. No están en sus mejores tiempos, pero siempre están cosechando buenos resultados. A poco que Nissan e.Dams y AUDI recuperen un poco de su vieja gloria, estos dos pilotazos pueden volver a revivir esa lucha que ha dado tanta emoción a tantas temporadas de la competición.
8. EL ZUMBIDO DEL MOTOR: lo sé, a los verdaderos apasionados del automovilismo les parece insultante que estos monoplazas sean tan silenciosos. Pero a mí me puede ese zumbido que recuerda a las naves de Star Wars, me parece avanzar en el tiempo unas cuantas decenas de años.
9. LOS INCIDENTES DE CARRERA: conste que a mí los accidentes en el automovilismo no me gustan pero nada, no entiendo cómo pueden ser lo más llamativo y lo que más atraiga a los espectadores. Ojalá no existieran. Pero es cierto que a nivel deportivo generan resultados inesperados y giros de guion sorprendentes. En la Formula E los incidentes, al ser en circuitos urbanos con barreras, son muy numerosos. Y por suerte, casi nunca graves.
10. LA TECNOLOGÍA: la pongo en último lugar porque, a pesar de ser lo más representativo de la categoría, a nivel de espectáculo no se ha integrado del todo bien, de hecho todo lo contrario; los primeros años fueron un despropósito con coches con escasa potencia y peores baterías. Pero ver cómo la competición mejora en ese sentido año a año y lo que los ingenieros invenan para traernos el futuro del automovilismo, es algo que no podemos ver en ningún otro lugar y muy de admirar.