Es cierto que no sólo hubo problemas para Max a lo largo de la carrera. Es más, la organización tuvo que sacar varias banderas rojas por fallos en los servidores y fueron muchos los participantes afectados. Pero Verstappen, que tenía serias opciones de ganar la carrera, no tardó en ‘estallar’.
"Lo llaman mala suerte, pero es sólo incompetencia. Ni siquiera pueden controlar su propio juego. Ésta es la tercera vez que me pasa y va a ser la última", dijo Verstappen antes de abandonar la carrera.
"Intentas ganar esta carrera, para la que te has preparado durante dos meses, y lo gestionan así. Sinceramente, es una broma. Ni siquiera puedes llamarlo ‘evento’. Es un ‘show’ de payasos. Es mejor retirar el coche, porque pilotar en la decimoquinta posición durante seis horas no tiene sentido".
"En esta plataforma no va a funcionar. Se acabó. Creo que tendría más posibilidades de ganar si voy al casino. Creo que voy a desinstalar el juego. Estará bien para liberar un poco de espacio en el ordenador. Espero que todos los demás desinstalen el juego también", agregó.
Recordemos que estos problemas no son nuevos en unas 24 Horas de Le Mans Virtuales que se suelen llevar a cabo en el simulador rFactor 2.
A la postre, la victoria absoluta de la carrera ha sido para el Team Redline, pero con Felipe Drugovich, Felix Rosenqvist, Luke Bennett y Chris Lulham a los mandos; en GTE, el triunfo ha sido para el equipo de Romain Grosjean –con Alexander Smolyar, Scott Andrews, Timotej Andonovski y Erhan Jajovski al volante–.