El 7 de junio de 1970 es una fecha impresa en la memoria de los aficionados a la Fórmula 1, no sólo porque marcó el final de una era con la última carrera en el viejo circuito de Spa, sino también porque fue el escenario de la última victoria del piloto mexicano Pedro Rodríguez y el último triunfo para las cubiertas Dunlop.
Aquel día, Rodríguez, conocido como "El Niño de los Guantes Blancos", condujo su BRM a la victoria en uno de los circuitos más desafiantes de la historia de la F1. El viejo Spa, con su longitud de 14 km y sus vertiginosos descensos y ascensos, era conocido por poner a prueba tanto la habilidad de los pilotos como la resistencia de los vehículos.
Además de la destreza de Rodríguez, otro factor que jugó un papel importante en su victoria fue su elección de cubiertas. En aquella época, las cubiertas Dunlop eran una elección popular entre los equipos de F1, y resultó ser la elección perfecta para Rodríguez en aquel día lluvioso. A pesar de las difíciles condiciones climáticas, Rodríguez logró controlar su coche y cruzar la línea de meta en primer lugar.
Esta victoria se convirtió en la última para Dunlop en la F1, y también marcó la última vez que Rodríguez subiría a lo más alto del podio. Aunque su carrera se vio truncada por un trágico accidente en 1971, Rodríguez es recordado como uno de los mejores pilotos de su generación y un ícono del deporte motor en México.
Hoy, 53 años después, honramos a Pedro Rodríguez y recordamos su último triunfo. Su habilidad para superar los desafíos y su valentía en la pista son una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de pilotos. Su victoria en Spa y su legado en la F1 continúan viviendo en los corazones de los aficionados al deporte motor en todo el mundo.